jueves, 7 de marzo de 2013

¿Una nueva integrante en la familia?

Sentada frente al espejo, mientras peino mí ya muy largo cabello hago un repaso mental de todo lo que he vivido. De cómo el tiempo ha pasado tan rápido llevándome  a vivir un estilo de vida que jamás  imagine.
 
A través del espejo admiro la habitación, a simple vista tan pulcra, tan sencilla, que cualquiera que la mirara no se imaginaria jamás lo que pasa ahí. Claro que al ojo conocedor le llamaría de inmediato la atención ciertos “detalles” en ella, escondidos siempre a la vista.
 
Sonrío al desnudarse y admirar en el espejo las marcas de la noche anterior, admiro las líneas que aún están marcadas en mis nalgas y muslos, las menos evidentes ya en mi espalda, mis muñecas con una “pulsera” marcada aun donde la cuerda inmovilizo mis manos.
 
Sin embargo hoy no puedo perder tiempo admirando, puesto que me han dado permiso de ir de nuevo a la Institución, recuerdo muy bien a esa peque de grandes ojos asombrados, sonrisa tímida y lo que pareciera mala educación pero que  supe bien que era solo pena extrema. Vanesa, si así se llama la peque que deseo que se una a mi familia.
 
En la Institución la directora se asombra al saber que es a Vanne a quien busca, ¿no está Ud. equivocada? Pregunta amablemente
- No, no es ningún error, quiero ver a Vanne de nuevo
- Pero ¿Ud. Reviso el expediente?
- si revise todos los expedientes que me brindo
- la niña Vanesa se mete en problemas todo el tiempo.
- si note eso, Ud. no se preocupe señorita, si todo sale bien en casa sabemos cómo educar a las niñas traviesas.
- Esta bien Señora, si quiere Ud. pasar al salón de visitas, la niña Vanesa se reunirá con Usted en un momento.
- Muchas gracias señorita directora.
 
Mientras espero siento tanta indignación con esa señora “señorita directora” …Uff! Que señora tan poco amable y educada.
 
-Hola, se escucha del otro lado de una puerta que apenas abrieron
-Hola Vane, ven pasa por favor quiero verte
 
Es tan tierna, tan pequeña y a la vez tan seria en algunos aspectos, esconde su ternura en una máscara de rebeldía, eso puedo notarlo, creo que no la ha pasado del todo bien. Tengo tantas ganas de poder llevarla a casa y verla salir de su caparazón.
 
Cuando se acerca no puedo notar ver sus ojos un poco hinchados y como inconscientemente soba su pompitas, supongo que una vez más tuvo un castigo, aunque me queda claro que aquí los castigos van más por la amargura de la directora que por la disciplina.
 
Vane ¿me recuerdas?, vine a verte a ti y a otras nenas hace unos días, ahora quise verte a ti nada más nena y tengo permiso de la directora para llevarte de paseo, solo 1 hora pero estaríamos nosotras solas para charlar. Veo como su carita cambia de la seriedad a la sorpresa y me da una hermosa sonrisa, claro lo sabía esta nena tiene una sonrisa maravillosa.
 
Salimos tomadas de la mano, en cuanto estamos en el auto pienso: ¿y ahora? No sé a dónde llevarla, se poco de los gustos de las nenas, dejo que la publicidad se haga cargo y elijo ir a McDonald´s, claro una cajita feliz hace felices a los niños. Mi cara de orgullo cambia al instante en que volteo a ver a Vane y su cara de alegría pasa a una de enfado, pero se queda callada no dice nada.
 
Una vez dentro pido una cajita feliz para la nena, la cual no sé por qué cada vez parece más molesta,  busco rápidamente alguna mesa para sentarnos y saber qué es lo que le pasa.
 
-Vanesa ¿Qué pasa?
-Nada
-Vanesa por favor te hice una pregunta dime que está pasando
-Nada señorita Rossy no pasa nada
-¿ y por nada tienes esa cara de pocos amigos?
- No me gustan las tontas cajitas felices, son para niñas
- Vanesa tu eres una niña
-Igual son tontas. ¿Puedo comer mi hamburguesa?
- Si nena anda come
 
Respiro profundamente, debo ser consiente que la nena no ha tenido una buena educación aun y que desconozco totalmente sus gustos, aunque si entra en la familia abra que ser muy clara con ella, no se puede estar permitiendo estas actitudes.
 
La miro y veo que ha comido bien, así que me intento platicar un poco con ella, pero es monosilábica a estas alturas ya no sé si en verdad es tímida o grosera, pero dentro de mi deseo que solo sea timidez y quizá un poco de temor lo que la haga actuar así.
 
- Vanesa ¿sabes por qué bien hoy por ti?
- para invitarme a comer
- Si nena y también para conocerte más y que tú me conozcas a mi
-¿para qué quiere conocerme?
- porque me gustaría llevarte a casa nena
 
La respuesta a esto fue refresco derramado por la mesa, Vane con los ojos muy abiertos y mirándome como si le estuviera tomando el pelo, rápidamente intento secar lo mejor que puedo la mesa y el uniforme no deseando meterla en problemas.
 
-¿No deseas entonces? Pregunto a la nena que me sigue viendo como si yo fuera un alien
- Si me gustaría, pero me da miedo
-¿A que le tienes miedo nena?
Y me dejo asi largo rato, expectante esperando su respuesta….
                                                                                          Continuara…
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta...
Siguelo pleaseeeee...