Fantaseando con la realidad

Cierro los ojos y las imágenes acuden atropelladamente a mí,

tus ojos, tu voz, tu mirada de pupilas brillantes y actitud decida,
el tono que usas al dirigirte a mí, la cariñosa fuerza que imprimes
al tomarme de la mano.

Toda la escena se revela ante mis ojos, mi alma anhelante logra
que la imagen se prolongue y recorra todo mi ser, uno a uno cada
centímetro de mi piel siente tu presencia, mis sentidos se agudizan
y benévolamente me permiten sentirte, escucharte y gozarte.

Envolverme en las sensaciones es inevitable, entregarme a mis
sentidos resulta increíblemente sencillo.
Sonreír entre dientes, haciendo lo imposible por no revelar
mis gozos internos a un mundo vainilla cerrado e incomprensivo.

Un segundo más y mi piel reacciona a los estímulos provocados
espasmos de dolor, anticipando la falta que hay del mismo.

El mareo no se hace esperar cuando de estos segundos
suelo regresar más cierro los ojos y vuelvo a soñar.

Tu mano encerrando la mía, tu dominio sobre mi, tu seguridad en lo que
haces, mi confianza en ti. La primera explosión cuando tras de largos
segundos para mi remueves la protección de mis prendas y siento
por fin tu piel sobre la mía una y otra vez, fusionando fantasía con realidad,
dolor con placer, uno a uno siento los azotes en mi, uno a uno arden en mi
piel, uno a uno cambian a placer.

Grito, giro, pataleo, me retuerzo, gozo deseando que tú encuentres
el mismo placer en mí.

Rossy
Abril 2010