
No digo que nos hagamos uno con ellas tampoco, pero si las necesitamos para sentir las emociones contrarias, la dicha, la alegría y la paz interior y poderlas realmente disfrutar.
Un rato incluso al día de tristeza sirve para no ser incluso insensible con uno mismo, ni con los demás, sirve para abrirle espacio en tu interior a lo que te hará crecer.
Claro, citando a mi querido Mago, "en esta vida no hay luz sin oscuridad", la cuestión es hallar y conservar esa flama que alumbre tu existir
1 comentario:
Ciertamente un toque de tristeza no ha de ser malo...mi padre siempre nos lo recomendaba...los romanticos,como cultura, así lo creian...que seria de Copin, Listz...sin la tristeza.
Publicar un comentario