La tristeza no tiene porque ser tan mala como algunos la pintan, la melancolía tampoco, ambas van tomadas de la mano y no tienen porque ser desterradas por completo del ser humano.No digo que nos hagamos uno con ellas tampoco, pero si las necesitamos para sentir las emociones contrarias, la dicha, la alegría y la paz interior y poderlas realmente disfrutar.
Un rato incluso al día de tristeza sirve para no ser incluso insensible con uno mismo, ni con los demás, sirve para abrirle espacio en tu interior a lo que te hará crecer.
Claro, citando a mi querido Mago, "en esta vida no hay luz sin oscuridad", la cuestión es hallar y conservar esa flama que alumbre tu existir



